De la impresión.
Murió la impresora en su ley, después de años de servicio pasó a mejor vida y fueron decenas los toners que pasaron por ella, porque al menos era moderna y no usaba cartuchos. Y acabó su vida útil, pero fue fiel al menos hasta el día en que dejó de funcionar la impresora.
No tenía marca porque la compré usada y se le había borrado, nunca supe si era una HP, Canon o Epson, tampoco me interesaba, lo importante era que imprimiera, en blanco y negro pero nunca a color. Así es la vida de las impresoras.
Al principio pensé que era el sistema operativo o los drivers, pero al verla ahí yaciendo sin su luz verde encendida supe de su inevitable destino.
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