A medida que las personas se van haciendo más viejas tienen la sensación que los años pasan más rápido. Esto es solamente una sensación nada más, el tiempo transcurrido en cada año no varía. Es decir el tiempo en el universo no se ha acelerado.
Esta sensación de que los años van pasando cada vez más rápido se debe principalmente al efecto reminiscencia, cuando somos niños o jóvenes tenemos experiencias y emociones mucho más intensas. Los regalos de navidad, el primer beso, el primer amor entre otras cosas que en su momento les damos demasiada importancia. Esto provoca una distorsión en nuestra memoria, alargando la sensación de tiempo transcurrido. A medida que crecemos dejamos de tener una gran cantidad de emociones intensas y los sucesos ya no nos sorprenden tanto. Es por esa razón que nuestro cerebro recuerda que los años pasados transcurrieron más lento y cree que los actuales pasan más rápido.
Nuestro cerebro también nos engaña al momento de recordar por ejemplo lugares de nuestra infancia. Recordamos calles, plazas, casas y otros lugares, más grandes de lo que realmente son.
Existe además una teoría de la resonancia de Schumann, ligado más bien a investigadores y personas vinculadas al movimiento New Age. Esta teoría dice que básicamente la resonancia de la Tierra a pasado de 7 Hz a 12 Hz causando que 24 horas de 1980 sean equivalente a tan sólo16 horas de 2012. Esta teoría no debe ser tomada muy en serio, pero de todas formas la nombramos.
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